Se quedó muy cerca, pero el español Álex Palou se tendrá que conformar con contar que fue segundo en sus segundas 500 millas de Indianápolis, que no es poco. Hasta los últimos metros estuvo peleando con el legendario Helio Castroneves, que a sus 46 años logró su cuarta victoria en el mítico ‘brickyard’.
Fue una edición mucho más tranquila de las 500 millas de lo habitual. De hecho, por primera vez en la historia sólo había abandonado un piloto en el ecuador de la prueba, un Stefan Wilson que se fue contra el muro al entrar en boxes. La dificultad para controlar unos monoplazas que van descompensados de un lado.
REPLAY: Heartbreak for @stef_Wilson after this incident in pit lane.
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Para cuando se llegó a ese ecuador, Palou (que salía 6º) ya sabía lo que era liderar, ya que lo hizo en la 78 propiciado por las paradas en boxes.
Pero después ya lo hizo de manera real y con total merecimiento en pista. Fue en la 119, cuando se puso a pelear con Castroneves después de un accidente de Graham Rahal, que salió de boxes con una rueda mal puesta que propició una bandera amarilla muy larga.
REPLAY: @GrahamRahal has been checked, cleared and released after this incident at @IMS. The Green flag is back out with 75 laps to go.
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Este factor fue clave para que el brasileño y el español, junto al mexicano Pato O’Ward, que también fue líder durante unas cuantas vueltas. En la recta final, fue cosa de Castroneves (cuyo debut en la Indy fue en 1998, un año después de que naciera Palou). La lucha entre ambos fue al límite, con unas últimas 20 vueltas críticas… pero no le dio tiempo.
Palou estuvo liderando buena parte de la carrera. Parecía que iba a poder, pero un adelantamiento de Castroneves a falta de dos vueltas y la gestión de los doblados le dio una pequeña ventaja.
Ante 135.000 espectadores (un 40% del aforo del óvalo de Indianápolis), el brasileño sumó su cuarto trofeo Borg Warner, después de los logrados en 2001, 2002 y 2009.