El Tour de Francia ha optado por ser compasivo con la espectadora del cartel que provocó la primera caída masiva de la etapa inaugural y ha decidido retirar la denuncia interpuesta contra ella. La mujer invadió la ruta por la que pasaban los ciclistas con una pancarta con la que chocó Tony Martin, provocando que decenas de participantes fueran al suelo.
Pese a que la organización del Tour no va a emprender acciones legales contra la aficionada, todavía puede tener problemas con la justicia. La espectadora francesa se encuentra detenida desde el pasado miércoles, bajo custodia policial de la gendarmería de Finisterre en Landerneau y se enfrenta a una importante multa y hasta una posible pena de prisión.
En estos momentos, la individua está acusada de provocar lesiones involuntarias con incapacidad no superior a tres meses, además de violación manifiestamente deliberada de la obligación de seguridad o prudencia.
🚓La francesa de 30 años se encuentra bajo custodia policial de la gendarmería de Finisterre en Landerneau, lugar donde se produjo el incidente #TourRTVE1J
🚴♂️La sanción puede aumentar si corredores implicados en la caída como Marc Soler (@solermarc93) deciden denunciar https://t.co/fjoM1AJgUH
— Teledeporte (@teledeporte) July 1, 2021
Todo ello, si corredores que han tenido que retirarse del Tour como le ocurrió Marc Soler o a Jasha Sutterlin, optan por denunciarla. De hecho, el corredor español ya está estudiando activar la vía legal contra la aficionada, ya que, además de abandonar, terminó la etapa con los dos brazos rotos.
Según recogen varios medios, esta se arriesga a un año de cárcel y una sanción de hasta 15.000 euros, además de prohibírsele la asistencia a carreras ciclistas en un futuro por su acto de irresponsabilidad.